Clarabela y Bartolomeu  Clarabela perecita, una rata comedora de queso Clarabela era gorda y fea parecida a un ángel querubín, todos la llamaban querubín, pero Bartolomeu siempre la defendía, pues nunca soportó ver a la gente a llamar a querubín, Bartolomeu era delgado y alto. que no se sienta bien, que no se sienta bien, que no se sienta bien. del sol y del almendro y del caca de Bartolomeu dice mirando despacio el campo sé que un día fuimos casi envueltos por la lluvia fina de la mañana, las flores del campo llenas de vida el frío, el viento, el calor del fuego sutil Clarabela dice mirando las hojas que no se sienten como si fueran a ver a un hombre que no le gustaba. y el viento tan rápido de sus hojas y espinas el verde musgo del campo, Bartolomeu siempre atento diciendo mirando las estrellas hoy fue un buen día, era increíble el sol caliente de la mañana de primavera y que no se sienten como si fueran a ver a un hombre que no le gustaba, y que, por el contrario, porque tenía un corazón hostil envejecido Delfín iba siempre a una aldea cerca de un acantilado verde hacer sus magicas el viento portento las vetas volando con toda benevolencia condescedencia, allí había un castillo de piedras con una gran muralla, césped que cubría el campo severamente, él a veces soñaba con prender Clarabela dentro, nunca encendía el candelero de las paredes esto lo que él decía Clarabela era perp es un introstuoso pero Bartolomé su ángel protector dice que nunca dejará Clarabela dice mirando los lobos, las cabras los gansos corriendo por el campo las diferentes coloraciones de las flores de trigo y sorgo las migas de maíz y las cáscaras de uvas cerca de las parrillas caídas en el suelo, todos los colores del arco -ires sí solamente existe aquí, para que rumbo siempre seguros a casa sintiendo siempre una dulce paz eterna, viendo pétalos de flores deshaciéndose por el viento Todos esos colores diferentes de las orquídeas violetas amaranto girasol sol ardiente y margaritas la lluvia viene irrigar este río amarillo verde y azul